LAS ESPECIES MÁS PELIGROSAS DEL MEDITERRANEO

LAS ESPECIES MÁS PELIGROSAS DEL MEDITERRANEO
Ideal original "Las especies más peligrosas del Mediterraneo" de TWO SMALL SL

jueves, 11 de junio de 2015

BASURAS EN LOS OCÉANOS




Los océanos se han convertido en gigantescos vertederos. La mala gestión  generalizada de los residuos urbanos está contaminando los mares a niveles inimaginables.

Se calcula que cada año 6,4 millones de toneladas de residuos acaban en el  mar. Entre el 60% y el 80% son plásticos, con picos de hasta el 95% en  algunas zonas, según la asociación ambiental Italiana Legambiente. El  mayor porcentaje de ellos son bolsas, pero los envases de bebidas, las latas  o los filtros de cigarrillos significan casi la mitad del total.
 
Son datos de  2008 y se considera que desde entonces el problema  se ha agravado.  “La basura en el mar es el síntoma de una enfermedad grave: el mal uso y  la constante mala gestión de los recursos naturales”, afirma Achim Steiner el ex director  del PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente). “La cantidad de bolsas de plástico, de botellas  y de otros residuos que hay en el océano se puede reducir drásticamente mejorando la gestión de las basuras, reduciendo su cantidad y reciclando”, añade.

En el Estado español, un país turístico con 57 millones de visitantes  anuales, el problema causa graves impactos ambientales y económicos. El  Mediterráneo es uno de los mares más afectados por  el problema y las  playas y aguas españolas son un fiel reflejo de ello. La Diputación de  Barcelona asegura que el 80% del volumen y el 35%
del peso de las  basuras que recoge en las playas son envases. El 80 % de los gastos que deben asumir los ayuntamientos para la limpieza de  las playas corresponde precisamente a los residuos de envases.

Las papeleras de las playas se llenan cada día y se abandonan envases por  todas las partes. A esta invasión de residuos se  añade la basura que llega flotando, arrojada  desde otros puntos de la costa, barcos o  incluso países vecinos. Pese a los servicios de
limpieza, pasear por una playa se ha  convertido en una pesadilla: la línea de la  marea es un sin fin de objetos flotantes,  plásticos en su mayoría, devueltos por el mar.

Un informe del PNUMA de 2009 afirma que  entre el 31% y el 43% de los residuos que se  hallan en las playas del Báltico son envases,  latas y tapones. En el Mediterráneo la cifra supera el 30%, según la ONU.

El fondo del mar es un vertedero



Un informe de Greenpeace titulado Basuras en el mar calcula que tan sólo  un 15% de la basura que se vierte el mar termina en las playas. El 70% se  hunde y el otro 15% queda en la columna de agua. Ello evidencia la cantidad de basura que queda en los mares fuera de la vista de todos, pero provocando graves daños ambientales.

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente estimaba en 2005 que existían en algunos lugares hasta 13.000 fragmentos de plástico por kilómetro cuadrado en los océanos. Los datos recopilados más recientemente por Greenpeace certifican que la zona con mayor presencia de estos residuos es el Mediterráneo noroccidental
(las zonas cercanas a las costas de España, Francia e Italia), donde en los fondos marinos hay hasta 1.935 unidades de plástico por kilómetro cuadrado.

Según el estudio de la ONG, se estima que alrededor del 80% de la basura  marina se origina en tierra firme, mientras que el  resto procede de fuentes  situadas en el océano. Envoltorios de comida, envases, filtros de cigarrillos, juguetes de playa, preservativos, jeringuillas, sedales, redes de pesca, bolsas o cubiertos de plástico son algunos de los 'invasores' que se  encuentran por todas partes.

Isla de basura

Las aguas del Pacífico, entre el archipiélago de Hawai y la costa Oeste de EEUU, se han transformado en un basurero flotante de un tamaño de miles de kilómetros cuadrados.

La corriente giratoria de este océano transporta la basura arrojada desde Canadá, EEUU, Japón y China a esta región, descubierta en 1997 por el marino Charles Moore. No es una mancha compacta o una isla flotante, como se ha afirmado en algunos medios.

Según Moore, “es una especie de sopa con desechos diseminados de todo tipo y tamaño, desde trozos pequeños de plástico hasta televisiones o frigoríficos, que gira con la corriente oceánica”.

Recientemente también se ha encontrado en el Atlántico Norte otra región marina cargada de residuos de plásticos. La fotodegradación de los plásticos debida a la radiación solar hace que poco a poco esta basura tenga cada vez menor tamaño. En
muchas playas del mundo una pequeña cantidad de la arena está compuesta por estos diminutos trozos de residuos plásticos.